
El día que las pelotas de fútbol trabajaron a tristeza
Cuando él jugaba a la pelota los ángeles pedían silencio; el tiempo entraba en punto muerto y el fútbol tomaba vida. A él lo amaban o lo odiaban. Él desconocía las medias tintas. Vivió apasionadamente y generó pasiones.
Así era Diego Armando Maradona, el creador del fútbol, el 10, el barrilete cósmico; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de la pelota, y la voz de todos los cebollitas que nunca formarán parte del banquete.
Los diarios dirán que un 25 de noviembre de 2020, el año de la pandemia, se moría Diego Armando Maradona. Las páginas web mostrarán la consternación mundial de los amantes del fútbol. Las redes sociales florecerán con notas, fotos, videos y memes sobre el genio del fútbol. Pero lo que nadie contará es que hoy es el día en que se silenciaron todas las tribunas, que los campos de juego, que él -alguna vez- pisó, se vistieron con flores para darle gracias por su paso y que las pelotas comenzaron a trabajar a tristeza.

Hoy se silenciaron todas las tribunas,
los campos de juego que él pisó
se vistieron con flores
para darle gracias por su paso
y las pelotas comenzaron a trabajar a tristeza.
Leandro Murciego
(Último adiós)
