
Semana de la Mujer. Cuatro lectoras de PAMA sumaron sus voces a la convocatoria

De la convocatoria por la Semana de la Mujer participaron cerca de 40 autores, la mayoría de ell@s de la Argentina. En este posteo publicamos algunos de los textos seleccionados de los lectores de PAMA.
Gracias a todos los que formaron parte y a los que siguen mandando material, a los que lo comparten en las redes y a aquellos que entienden que «La poesía es un arma cargada de futuro» -como decía Gabriel Celayes– y van disparando versos propios y ajenos por Internet.
Les proponemos que cuando lo hagan no cierren un ojo sino que -aún mejor- abran los dos y, si pueden, etiquétennos. Esos mismos nos hacen bien al alma.
Éste es el primero de una serie de posteos por la Semana de la Mujer, fruto de la convocatoria artística realizada desde PAMA, que reúne textos de Pamela Ortega (Chile), Gabriela Lazzarini (Argentina), Diana Elffman (Argentina) y Lucía Imperatore (Argentina). Además, esta publicación cuenta con el aporte plástico de Silvia Ariza, titulado «Mujeres habitadas«.

Lucía Imperatore es una amante de la poesía que ya participó en más de una ocasión en PAMA (Poesía a Mano Alzada) compartiendo textos en anteriores convocatorias. La autora que vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires juega con lo que se muestra y con lo que no se quiere ver.
“Alicia tiene espejos donde perderse y reflejarse”.
Leandro Murciego
Pasa de espaldas
a los espejos.
Cree que muere si se ve en ellos.
Sola siempre.
Alicia se pierde entre dos mundos.
Éste nunca fue su deseo.
Todavía tiene sueños
que la esperan
y la buscan mirándola de frente.
Lucia Imperatore
(Alicia)

Desde la ciudad de Banfield, en la provincia de Buenos Aires, Gabriela Lazzarini nos compartió su texto escrito en 2018 «¡Mujer, despierta!»
Por favor, mujer, despierta.
No te dejes engañar.
Si te dicen que te aman,
te lo habrán de demostrar,
con esmero, con respeto,
buenos modos al hablar.
No permitas que te humillen,
te golpeen o te agredan.
No te dejes engañar.
Quien te ame y bien te quiera
jamás te lastimará.
Ten en cuenta que tú vales
y que amor recibirás,
si te cuidas, si te amas,
si te sabes respetar.
Que te ofendan o maltraten,
no lo habrás de tolerar.
No hagas caso a las promesas
engañosas por demás,
ni a palabras que pretendan
tus oídos lisonjear.
Quiérete, toma distancia,
sólo así resurgirás.
Ten en cuenta y bien presente
que aquél que te ha de amar
buenos tratos y cuidado
siempre te ha de dispensar.
Quien te ame y te respete
jamás te amedrentará.
No permitas que te griten,
no te dejes maltratar.
Es la única manera en
que te puedes rescatar
del martirio, el atropello,
del desmedro sin igual.
Piensa bien lo que mereces.
No te dejes engañar.
Ámate, rompe cadenas:
sólo así renacerás.
Gabriela Lazzarini
(¡Mujer despierta!)

Diana Elffman vive en Buenos Aires. Para ella la poesía es una necesidad que se le manifestó con mucha fuerza durante la cuarentena. El aislamiento social y obligatorio y el coronavirus sirvieron para el nacimiento de su voz literaria. Actualmente, se encuentra en un trabajo literario, profundo y comprometido, que tiene como objetivo la construcción su primer poemario.
Eres magia. Eres cielo.
De tu vientre todos somos
y aquí estamos hasta morir.
Eres blanca, negra, india
cautivas con solo tu andar.
Nunca te detengas,
falta mucho por conseguir.
Eres niña, eres joven,
o ya demoras tu caminar
pero lo valiente nació contigo
y en la palabra,
Mujer.
Diana Elffman

Robert Webb: «El feminismo no se basa en odiar al hombre. Es luchar contra la absurda distinción entre géneros»
Desde un rincón de Estados Unidos llegó el poema «Mujeres» de la artista chilena Pamela Ortega. Ella escribe, pinta y se desempeña como diseñadora floral, pero además tiene vidriera virtual por la que pasan artistas de habla hispana llamada «Entrevistas de Pamela Ortega«. Allí en ese espacio PAMA tiene -todos los lunes- desde este 2021 su columna literaria.
Libre mujer latina
que recorres los caminos
de cerros, selvas y colinas
son tus versos desnudas caricias
de flores, tú eres la más bella.
Son tus pasos una danza,
en las playas de Esmeralda.
Tu cabello negro al viento vuela,
jugueteando como golondrinas,
de mil colores baila tu vestido
en tu majestuosa Lima.
De tu vientre
nacen hombres a la historia,
hambre, dolor y frío.
Solidaridad es tu lema,
mujer de Latinoamérica.
Incansable luchadora
con tus manos sumergidas
desde la tierra crean la vida,
en tu encantada Basilia.
Tú cultivas el alimento
mujer de Salvador Bahía
Tu belleza inigualable
verdadera luz de arco iris
por las sendas de mi Bolivia
a tu lado, tu hombre camina,
cuando por ti da su vida,
de pasión animal amas,
a quien te cobija,
hembra latina.
Eres madre siendo niña
son tus crías un estandarte
que orgullosa llevas por doquier
a mujeres de Latinoamérica.
Infames, te persiguen y te revelas.
Despiadados ultrajan tu inocencia
mas nunca destruirán tu fuerza,
de guerrera de la madre tierra.
Nadie cautiva tu esperanza.
Beberán todos de tu alma.
Los cielos han escrito los nombres,
de aquellas que estremecieron horizontes.
Su luz cambiará el destino
creando nuevas revoluciones.
En la famosa Plaza de Mayo
de blanco las abuelas esperan justicia.
La naturaleza fueron lágrimas tus ríos
el agua que limpio la sangre
con cicatrices tu corazón dolido
hermanas desaparecieron
quizás perdón, pero jamás olvido
a las dictaduras que asesinaron tus hijos.
Llegarán nuevos tiempos,
a mi Santiago de Chile
transformando con tu lucha la historia
tus brazos cordilleranos
abrazando hasta el dolor ajeno.
Rayo de sol en un desierto florido
la calidez humana de ti ha nacido.
tus volcanes gritos
de tus lluvias beben los árboles/ancestros.
En donde te posas como mariposas
desde la selva allá cordillera.
Atando tu piel de miel
el aroma de café y tierra
en la misma primavera
de una unidad latinoamericana.
Pamela Ortega
(Mujer latina)