
Roque Dalton, el poeta militante
Roque Dalton es una de las grandes plumas intencionalmente olvidadas de este Continente. Él no figura en la cuadrícula poética de las escuelas. Sus versos no aparecen en las Antologías literarias comerciales. Los motivos podrían llegar a ser múltiples. Lo cierto es que jamás la ingenua ignorancia es responsable de sus continuas ausencias. Sus letras –siempre combativas, hasta cuando hablaba de amor- fueron distinguidas con el Premio Casa de las Américas de Poesía en 1970, el segundo reconocimiento más importante a nivel continental.
Roque nació un 14 de mayo de 1935 en la ciudad de San Salvador (en el barrio San Miguelito), en el día en el que la República de Filipinas ratifica su acuerdo de independencia. Quizá éste sea un dato menor y que hasta el propio Dalton ignoró durante parte de su existencia; pero lo cierto es que la libertad, la justicia y la independencia fueron ejes que lo atravesaron tanto moral como físicamente.

Roque Antonio García, más conocido como Roque Dalton, fue poeta, ensayista, periodista, activista político e intelectual. Aunque no recibió un título académico, realizó sus estudios superiores de Derecho en la Universidad de Chile y de El Salvador. Algunas biografías dan cuenta de que su derrotero intelectual-poético-político también lo llevó hasta la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1952 y recién recibido de bachiller su padre –Winnall Dalton– lo envía a Chile a estudiar Derecho. En su paso por ese país no solamente comenzó a estudiar leyes, sino que también empezó a interiorizarse sobre el marxismo. En ese país conoció a importantes personajes de la vida cultural latinoamericana (Pablo Neruda, César Vallejo y Diego Rivera).
Cuando retornó a su país se afilió al partido Comunista de El Salvador y se convirtió en un activo propagandista político. Junto con el poeta guatemalteco Otto René Castillo fundó el Círculo Literario Universitario en la alta casa de estudios de El Salvador.
Dalton no hacía diferencias entre su vida privada, su deseo militante y sus letras. Era un animal literario y político. Siempre hacía literatura, política y hablaba de amor. De eso no cabe la menor duda. Y así lo demuestran sus poemas.
A quienes digan que nuestro amor es extraordinario
porque ha nacido en circunstancias extraordinarias
diles que precisamente luchamos
para que un amor como el nuestro
(amor entre compañeros de combate)
llegue a ser en El Salvador
el amor más común y corriente
casi el único.
Roque Dalton
(Tercer poema de amor)
-Este texto forma parte del libro «Poemas clandestinos» de Roque Dalton-.
Escribir de amor para Roque Dalton no era otra cosa que pararse en una de las riberas de la política. Supo ser poeta en cada verso, revolucionario y romántico. Todos sus poemas llevan declaraciones de principios como “Y sin embargo, amor” donde plantea, de manera poética, las traiciones y las debilidades. Para su hijo Juan José Dalton (periodista), éste es uno de los poemas que más lo conmueven y que le recuerdan la genialidad de su padre como escritor.
Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al final iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.
Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.
Hace frío sin ti,
pero se vive.
Roque Dalton
(Y sin embargo amor)

La militancia y su consolidación como literato
A cinco años de su vuelta a El Salvador emprendió un viaje a la Unión Soviética donde conoció a autores de la talla de Miguel Ángel Asturias, Graham Greene y Juan Gelman. Éste es el viaje que lo convirtió en activista político, poeta y literato.
En el último capítulo de 1959, Roque Dalton es detenido y liberado recién un año más tarde. Su liberación es celebrada por una multitud que se había reunido en las puertas de la institución carcelaria.

Según el escritor y profesor de filosofía Luis Alvarenga, la obra de Roque Dalton es trascendental. Tanto él como sus letras son protagonistas de momentos importantes de la historia política y literaria del Continente. Su obra abarca la literatura y la política. En Roque Dalton no pueden verse deslindados ni la política ni la poesía. Ambas van de la mano y trazan una línea transversal capaz de unir todo el tiempo ambos polos. Él fue un intelectual que no sólo aportó una mirada crítica, sino que intervino sobre la realidad centroamericana directamente con el objetivo de transformar las realidades políticas, económicas y culturales de esa parte del Continente Americano.
La obra de Dalton abarcó desde la poesía, pasando por la dramaturgia y los ensayos sociológicos-políticos. En este último género logró destacarse como uno de los mejores ensayistas de la década del 70.
En 1973 Dalton llega clandestino a El Salvador para unirse al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). En ese momento escribe los poemas clandestinos con diferentes seudónimos.
Durante mucho tiempo, y en muchos lados, leer las obras de Roque Dalton era considerado un delito. Tener un libro suyo en muchos momentos históricos era un pasaje, en el mejor de los casos, a un calabozo. Por esos tiempos sus poemas pasaron a ser letras libertarias que se empezaron a leer o recitar en secreto. Una suerte de manifiesto literario que para muchos se había convertido en algo así como un rezo.
Poemas de Roque Dalton leídos por Julio Cortázar: Buscándome líos / Las feas palabras / Alta hora de la noche
Su poesía lejos de ser panfletaria siempre se movió en los bellos y rebeldes carriles literarios. Y jamás dejó de crecer, de buscar nuevos horizontes y desafíos.
País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo
Antes creía que solamente eras muy chico
que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de ti
Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios
Soy pues un diosecillo a tu costa
(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex-patria)
Roque Dalton
(El gran despecho)

Quién y por qué mataron a Dalton
En 1975 Roque Dalton fue traicionado, detenido y asesinado (por los propios). Sobre él se echó a rodar la versión que era miembro de la CIA. A partir de allí, enemigos y -algunos- camaradas comenzaron hacerse eco de los supuestos dichos y trabajaron -conscientes o no- para el mismo bando.
La versión más difundida da cuenta de que murió en un playón en Santa Anita, pero las investigaciones llevadas adelante por su familia revelan que otra fue la historia. “Mi padre es trasladado a otro lugar de San Salvador. Lo tienen en una casa de dos pisos, que nosotros ya tenemos identificada. La muerte de Roque fue llevada adelante por Jorge Meléndez y Joaquín Villalongos (militantes del mismo movimiento que integraba el escritor)», comenta Juan José Dalton.
Como mínimo, fueron tres los balazos que dieron por terminada la vida de uno de los mejores poetas e intelectuales de la década del 70. «A Dalton lo mataron entre todos«, bien podría rezar alguna pared perdida en algún barrio del pasado…
«¿Pero qué decir frente al cadáver de un compañero que no ha sucumbido frente al enemigo común, sino que ha sido asesinado turbiamente en el marco de una disensión partidaria, y que sus victimarios pretenden mostrar como un traidor? Estoy hablando del poeta Roque Dalton, asesinado en su país y por compatriotas, no por aquellos que vienen sojuzgando a El Salvador a lo largo de años y años de sangre y de vileza, sino por un grupo de los que pretenden liberarlo en nombre de la libertad y la revolución».
Julio Cortázar
Dalton es uno de los tantos cuerpos que aún hoy continúan desaparecidos en El Salvador. Más de 40 años, la memoria de Dalton sigue esperando por la verdad. En tanto, el 14 de mayo, día del nacimiento de Roque Dalton, el Estado salvadoreño celebra el Día Nacional de la Poesía, a modo de homenaje. Allí, en ese país, se recuerda el nacimiento de ese autor pero aún hoy se elige ocultar su muerte, ocurrida un 10 de mayo de 1975.
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Porque se detendría la muerte y el reposo
Tu voz que es la campana de los cinco sentidos
Sería el tenue faro buscado por mi niebla
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta
No dejes que tus labios lleven mis once letras
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
Desde la oscura tierra vendría por tu voz
No pronuncies mi nombre
No pronuncies mi nombre
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Roque Dalton
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