Cuando tuvo siete Edgardo Kawior pensaba que a los veinticuatro jugaría su primer Mundial. Cuando tuvo veinticuatro, imaginó que a los treinta dirigiría su primera película. Lo cierto es que los cincuenta le trajeron en su vida los talleres literarios (que en la actualidad dicta) y su primer novela: «La madre jodida«.
Kawior es un convencido que el disfrute está en el viaje y no en el destino. Con esta idea concibió la novela. Una idea que la estuvo trabajando por más de dos años, pero recién la logró llevar al papel en marzo de 2020.
El proceso narrativo lo hizo atravesar distintos estados emocionales y esa propuesta, de alguna manera, se la traslada al lector. Con una fuerte dosis de humor y con una mirada psicoanalítica de la que no quiere, ni puede, despegarse arma un atractivo viaje interior.

“—¿Sabés qué es lo que vengo pensando desde aquella noche que conversamos en el hospital?
—Te diría que sí, pero no sería un buen pie para el diálogo.
—¿Pero vos qué querés? ¿Transformar estas líneas en una digna escena teatral o que podamos conversar aunque sea en mis fantasías?
Mi mamá sonríe y se prende un cigarrillo. Me convida otro.
—Ma, dejé de fumar hace cuatro años.
—Vos dejaste de fumar y yo dejé de respirar.
—Sos jodida, la puta que me parió —le digo dedicándole el insulto, mientras miro su lata negra de John Player Special—. ¿Te acordás cuando te escondí los Dunhill en la funda de mi guitarra?
Mi mamá se ríe con todo el cuerpo. Los ojos no se le cierran, eso me indica que el párkinson no ha llegado aún. Ahora que lo pienso, se la ve sana, de unos cuarenta y pocos. Me miro en el reflejo de la azucarera metálica que está sobre la mesa y me veo tal cual soy en estos días.
—Me escondiste un atado y cuando viste que saqué otro de mi mesita de luz te rendiste y me lo devolviste gritándome…
—Si te querés morir, morite
Fragmento de La madre jodida
Edgardo Kawior
Traumas con humor
Qué importa si es verdad, si el personaje principal de la novela es el propio Kawior o si es quien él estuvo dispuesto mostrar. Qué importa si en este sueño literario el protagonista fantaseó con ser futbolista o escritor. Lo que interesa son los caminos que muestra la obra y que a lo largo de las páginas van deviniendo en conflictos tan cotidianos como terribles, tan comunes como insalvables.