Raquel Fernández: «El día que supimos que había muerto Roy Orbison»
Raquel Graciela Fernández es una de las poetas más destacadas del circuito Metropolitano de poesía. La autora que nació en Avellaneda, a fines de la década del 60, en su extensa trayectoria literaria cosechó más de cien premios nacionales por su actividad poética. Además, recibió por su labor reconocimientos y distinciones en España, EE.UU., Italia, Chile y Perú.
Fernández dejó su impronta en más de diez libros de poesías entre los que se destacan: “Ojos que miran el cielo”, “Revelaciones”, “Todos los hombres que me amaron”, “Hermano”, “La antigua enfermedad del otoño”, “Como nosotros”, “Once upon a time”, “Interrumpidas”, “Un rayo a tiempo” y “Enaguas de encaje rotas”.
Este posteo sirve a modo de presentación de su participación en el capítulo 161 de Noche de Letras 2.0, el podcast literario que se emite por Radio Trend Topic.

Recuerdo el día que supimos que había muerto Roy Orbison.
Estábamos sentados en tu cama
fumando y escuchando “Only the lonely”,
o “California Blue”,
o algún tema de The Travelling Wilburys
(la música fue siempre nuestro idioma común,
el puente entre tu rutina y la mía,
lo que nos mantuvo unidos
cuando dejamos de decorar con brillantina
y plasticolas de colores
los huesos de caracú que la abuela desechaba
después del puchero;
cuando dejamos de comer flores y papel
para entrenarnos con vistas a la hambruna
que iba a provocar la Tercera Guerra Mundial).
se día no me hablaste de la voz barítono de Roy Orbison.
Me hablaste de su corazón.
Me dijiste que su corazón no había aguantado
porque estaba roto.
Me contaste que su mujer bonita
se había acostado con otro
y que el perdón no alcanzó para que no se estrellara en una moto
a no sé cuántos kilómetros por hora.
Claudette, 24 años, increíbles ojos azules.
Me contaste que dos de sus hijitos
habían muerto en un incendio
cuando el recuerdo de la madre todavía dolía.
Roy y Tony, 10 y 8 años, los mismos esquinados ojos que papá
escondía detrás de sus dramáticas gafas negras.
Sí, el corazón de Roy estaba roto.
Me pareció raro que me dijeras eso:
porque eras muy joven
y porque siempre la ibas de duro.
Pero nunca olvidé esa conversación.
Y cada vez que escucho a Roy Orbison
pienso en vos.
A veces me pregunto por qué tu corazón no aguantó.
Si hubo algo que me perdí de tu vida.
Algo que no me contaste sentados en tu cama, fumando.
Un amor que no fue,
un hijo que no fue,
un incendio tripas adentro.
A veces me preguntó si tu corazón también estaba roto.
Prefiero pensar que fumabas demasiado.
Raquel Fernández*
(El día que supimos que había muerto Roy Orbison)
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