Se pasa el arroz. Nadie puede detener el tiempo. Hay un momento para querer salvar el mundo y otro para buscar un rincón tranquilo, apacible, capaz de trocar furia por calma. De eso habla este poema breve de Leandro Murciego, titulado «El último San Fermín», está inspirado en un posteo reciente del filósofo, profesor universitario y cantautor barcelonés Fernando Bárcena.

Para Fernando Barcena
Ya abandoné la edad de los héroes.
Atrás quedó el sueño de repartir justicia.
Poco queda de la fuerza iracunda
que bramía como toro
antes de salir al encierro.
El rojo comenzó a desteñirse
-ahora miro más los naranjas y los ocres-
y todos mis grandes actos
se miden por la ternura de tus ojos.
(El último San Fermín)