
Leé textos de la convocatoria sobre «Exilio, migración y destierro»
En este posteo publicamos algunos de los textos que llegaron por la convocatoria sobre «Exilio, migración y destierro» y que formaron parte del Especial #2 de Noche de Letras 2.0 que se emitió por la radio Trend Topic.

Inspirado en «Patria propia» de Martin Gordillo
Nos faltan los besos en Plaza de Mayo,
la sonrisa de los pibes,
la comunión cómplice,
los viajes en subte,
el olor a grasa que alimenta,
los fuegos sagrados,
el himno encendido,
las banderas a la vanguardia,
la música del corazón,
las lágrimas inevitables,
los abrazos necesarios
y la primera estrella
que anuncia
que vamos a bailar.
Carolina Bregy
(Expatriados)
Sin poder levantar vuelo
así tránsito por este suelo
mientras mi alma rota
arrastra su derrota
Mis ojos miran al firmamento
alentando sólo por momentos
el pensamiento de volver,
mintiéndome para no padecer,
Mi mente ya no piensa
se mantiene cuerda y tensa
pues la represión fue extensa
dejando a la gente indefensa
El exilio aplastó los sueños
de sentires halagüeños
Deberé morir en el destierro
para resucitar en mi entierro
Mabel Grigera
(Destierro)
¿Alguna vez te preguntaste por qué?
¿Por qué los pies aullando en el desierto
como coyotes huérfanos,
diez dedos mordidos por el sol
y el hambre silbando sus artes de serpiente?
¿Por qué los pulmones peregrinando el mar
como peces enfermos,
el aire podado por la sal
y el miedo declamando sus colmillos de escualo?
Nadie deja su casa sin dolor.
Nadie deja su casa sin sepultarse en sus cimientos
y resucitar en la promesa del horizonte.
¿Alguna vez te preguntaste por qué?
¿Por qué las fronteras y los muros son detalles
que los pájaros ignoran?
¿Por qué las mariposas migran libres
por encima de las voces del tirano?
Si abrieras los ojos de tu espejo
todas las pupilas serían la génesis de tu llanto,
en todas las bocas levaría el pan de tu risa,
todos los hombres dormidos respirarían tu sueño.
¿Alguna vez te preguntaste por qué
el bosque conjuga en su espesura
todos los tonos de verde
y en ningún lugar es menos savia,
menos eternidad,
menos nido?
Nadie deja su casa sin dolor.
Nadie cierra una puerta sin esperar que el corazón del mundo
abra otra,
la definitiva.
Raquel Graciela Fernández
(Nadie deja su casa sin dolor)
“¡Ekiriri, tuja tavy!”
Que se calle -le dice
viejo ignorante -le grita
mi mamá a Macri.
Él está en la tele
desde algún país.
En mi casa de paraguas
decir “paragua” era insulto,
decir Kurepí
(piel de chancho, argentino)
es decir, simplemente, la verdad.
En mi casa de paraguas,
en los noventa,
mamá hablaba jopara (mezcla)
y también preparaba jopara (mezcla, guiso).
“En esa época casi, casi, casi
volvemos a Paraguay”, suspira mamá.
Todavía en jopara, todavía en mezcla.
En mi casa de paraguas
yo no soy mi nombre, soy:
“Che memby kuña”, “che rajy”
“Hija mía, “m’hija”.
En mi casa de paraguayos,
los fines de semana había
guitarra, gancia, asado, cerveza, canto
y mi mamá decía:
“Che memby, anike reho kuimba’e atyra ndive”,
(“Hija mía, no vayas ahí donde están los hombres”).
Ella no quería que me acercara a los hombres,
siempre me pidió desconfiar de los hombres,
no sé qué le habrá pasado a ella,
yo le agradezco el gesto.
En mi casa de paraguayos hay secretos,
como en cualquier casa,
tenemos un lenguaje propio,
y sabemos odiar al que no lo respeta,
como en cualquier casa,
no hemos comido mandarinas en público,
porque preferimos las naranjas,
somos una casa de locos,
como todas las casas.
Y, cierto es, teníamos un solo paraguas.
En mi casa de paraguayos,
decir “paragua” era insulto,
pero decir Kurepa
(argentino, piel de chancho)
es decir, lisa y llanamente, la verdad.
Dolo Trenzadora
(En mi casa de paraguas)
POEMA 2
Las fronteras son mentiras
del otro lado del río
de la muralla
de la montaña
del alambre de púa
del mar
de los carteles
del otro lado de la tierra
de la piedra
de la piel
de las banderas
de las creencias
de las ideologías
de las lenguas
hay una tierra sagrada
el hombre
más acá de Dios, y en descálzate
el hombre llama.
Víctor Sánchez Hernández
El frío del destierro es húmedo,
aunque te reseque por dentro,
se te clava el exilio en los huesos
-como diminutas y filosas astillas de hielo-
y arde desde las fosas nasales hasta el duodeno,
arde abriendo de par en par el pecho
inventando abismos y sumideros
donde indefectiblemente sólos caemos…
Leandro Murciego
(Exilio)
A Tomas Maldonado.
En el espacio de las hipotenusas
construyo un cielo sin pájaros
son esas heroicas trepanaciones verticales
de orificios que signan un cráneo
y en este inútil empeño terrestre
traccionó fractales hacia el interior de un preludio
hacia la vagina hermafrodita de Dios.
Voy encriptando húmedas agitaciones
para poder alcanzar la fractura y el caos
en la bahía de un sol muriente
y reconozco el leve instinto de la crueldad
en el mismo rincón donde transitan
el ópalo y el jade.
Los métodos nocturnos del solsticio
provocan refracciones consteladas
en duendes verticales sin hemisferios
son turbulencias de la noche en un tiempo de topacio
fragmentos del futuro que flotan en el deseo
y en el instinto retráctil de la crueldad.
Ni el éxodo, ni las plagas ni el diluvio universal
podrán aniquilar al tormento de los ciclos
ni a ese lánguido asesino de atardeceres
que como peces en el agua sucia
quieren aplastar la infamia como penitencia
pero el tiempo axial huye perseguido
hacia algunas de las formas de la noche
sueñan en salir de la piedra grabada
y transformarse en pájaros azules.
Germán Mastellone
(Prolegómenos para el estudio de la continuidad de la forma)
Próximo Especial “Espejos”.
¿Qué puedo enviar?
Poemas, textos breves y micro-historias
¿En qué formato?
Obligatorio por escrito. Optativo: audio o video en formato MP3 (que no supere los 3 minutos) con tu interpretación.
¿Hasta cuándo tengo tiempo?
Tenés tiempo hasta 21/09/2021
¿A dónde lo envío?
Mandá tu material a nochedeletrasradio@gmail.com
Podés adjuntar una pequeña biografía de cinco líneas (con tu nombre y apellido, de dónde sos, contándonos si publicaste algo y desde cuándo escribís)