
Bebe Ponti y dos poemas de «Luz de azafrán», su último libro
Adolfo Marino Ponti, más conocido como Bebe, es uno de los poetas más queridos y respetados del mundillo de los versos. Él, a pesar, de haber alcanzado reconocimiento es un enamorado y un defensor -a ultranza- de los espacios literarios bohemios.
Bebe, que recientemente publicó dos libros de poesía tras más de diez años de silencio poético, sostiene que:
«la poesía es materia viva, único lugar donde la palabra resiste la deshumanización del ser. Mientras la palabra exista, la poesía será el grito humano del hombre ante el grito inhumano del mercado».
Adolfo Marino Ponti «Bebe»
Acá compartimos dos poemas que forman parte de su nuevo trabajo
«Luz de azafrán» editado por Suri porfiado ediciones

Cada ausencia nos recorre los ojos
como un paisaje a toda velocidad.
Las hormigas cargan una hebra de pasto
como nosotros el peso de un rostro.
Ellas desfilan con el paisaje en los hombros
y nosotros con el frío en la mirada.
Cada uno a su manera come del amor.
En la mesa de la madrugada hay una fruta
esperando la boca del insomne.
Bebe Ponti
(Carta del insomne)

Un ruiseñor se posó en mi voz
pero no canté.
La luna se desvistió en mis ojos y no la vi.
Pasó el carro de la noche
con tu copla desnuda
y no me desperté.
En mi ventana tiembla una palabra
y no me alcanzan las manos
para sacarte del alma.
Bebe Ponti
(Carta del Ruiseñor)