
Los dos mundos de Diana
El año de la pandemia -2020- fue el momento en el que Diana Elffman descubrió en su vida el influjo de la poesía. El aislamiento social preventivo y obligatorio fue una invitación para darle vía libre a sus letras. Y ella aprovechó la oportunidad.
Las emociones que experimentó a lo largo de la cuarentena rápidamente se convirtieron en versos-catárticos que dieron forma a “primerizos” poemas, los que -más tarde- serían el germen de “Entre dos mundos”, su primera producción literaria. Un trabajo que trata de mostrar que la entidad está formada, al menos, por dos o más partes. Diana es: Argentina y Brasil, André y Diego (sus hijos), el pasado y el presente, el amor y el desamor, la pandemia y lo que vendrá.

Nadie dijo que escribir y, mucho menos, elaborar un libro fuese una tarea sencilla. El proceso (que nació de la mano del mentoreo literario) fue extenso y complejo. Debió atravesar por diferentes etapas: felicidad, enamoramiento, dolor y desapego. Pero su crecimiento no terminó allí. Ella no sólo tuvo que adquirir una mirada crítica -personal- y confrontar el material producido sino que, además, se vio obligada a definir y a asumir su rol artístico. Ese que la conmina a pensar cada texto como una obra de arte, en sí misma, que -siempre- lleva consigo la existencia de un otro: el lector.
Nueve meses duró el trabajo de gestación de este libro (formado por 52 poemas) y de la nueva Diana o como ella dice en uno de sus poemas -que forman parte de esta producción- la “Nova eu”. Escritura, lectura, revisión, corrección, interpelación y vuelta a escribir. Estas fases fueron parte de la rutina del conmovedor proceso de mentoreo que nos unió durante este tiempo. Una y otra vez hicimos el recorrido literario, el cual sirvió para definir su identidad artística y, a la vez, dar forma a la voz literaria de esta autora que nos convoca.
Diana asimiló la existencia del lector y la importancia que éste tiene. Es el otro el que complementa y le da sentido a la poesía -o bien podría decir, al arte-. Aprendió a trabajar en función del texto. Es decir, de poner sus recursos para que el poema gane brillo y sentido. El recorrido transitado la ayudó a dejar de lado el ego (uno de los tantos fantasmas que persiguen a los artistas). Interpeló no sólo a su producción sino también a ella como autora. Sin duda este trabajo la pone frente a múltiples nacimientos entre los que se destacan el de “Diana autora” y su primer poemario «Entre dos mundos» (Ediciones Pontevedra) que hoy se presenta en PAMA (Poesía A Mano Alzada).
Leandro Murciego
Poeta, escritor, periodista y coach literario

Dormiré.
Me fundiré en las nieblas matutinas
y desapareceré.
Intento.
Resisto.
Me lo explico.
No entiendo.
(El hoy)
Cuando vuelva a mí,
escucharé el cuerpo
y me conectaré
con lo que me gusta y deseo.
Ahora,
vuelo alto y miro las calles
de mi ciudad vacía.
Ahora,
me duele
el parque sin niños.
Cuando vuelva a mí,
me ocuparé del espejo
que olvidó reflejarme.
(Retorno)
Cuando ya no queden restos
de aquel confesado amor
y tu aliento se aquiete
sin sudores ni esfuerzo,
conserva tu andar,
sube la colina
y vete.
(Deshabítame)
