Catalina Boccardo es una poeta y fotógrafa que nació en la ciudad autónoma de Buenos Aires. En su trajinar literario publicó los poemarios «El jardín santo y collage» (En Danza); «Territorios» (Del Dock); «Formosa (El Suri Porfiado); «Los cuadernos elementos, mangos, bailar y clases de collage» (La Mariposa y La Iguana); «Punto Ciego» (selección de poemas y fotografías de su autoría, Biblioteca de las Grandes Naciones, País Vasco, 2016 -lanzado en formato el e-book-). Además, participó con su microrrelato “Sangrar” en un libro objeto de (c)acto ediciones -Foro de ediciones contemporáneas del Museo de Arte Carrillo Gil, México, 2012-. Además, formó parte de las antologías: Gente de Lunes-Casa E. Carriego (2006); Rapsodia-Ensamble de Voces (2015).
Su poesía aparece en blogs, fanzines y revistas. Fue invitada a diversos ciclos, encuentros y festivales de poesía en distintas ciudades del país, y en Uruguay y México. En coautoría realiza la columna La Casa Entera Ya no existe para la Revista virtual ElInfinito Viajar de Artes y Poesía
Boccardo será una de las animadoras del ciclo de lecturas «La Noche del Sol» (que coordina Alfredo Luna), que se realizará el sábado 30 de abril de 19 a 21, en el Espacio y Lugar Cultural (Mansilla 2982 -entre Laprida y Agüero-, CABA). Del encuentro participarán: Alicia Pastore, Sergio Bisso, Leandro Murciego, Mercedes Araujo y Felipe Mattano.
TRÍPTICO DE NADADORES
Esa ruptura en la continuidad de su río imaginario le produjo una absurda decepción, y se sintió como un explorador que busca las fuentes de un torrente y encuentra un cauce seco. El nadador, John Cheever
1. nadadora
La nadadora nada
Con su cuerpo vital
despabila lo que ocurre
alrededor
un barrio con piscinas hermosas
así
refuta algunos cuentos
pero se escurren
entre las piernas
la dimensión nueva
del frío
las hojas se desploman
marcan la brazada
después del verano
el hielo del whisky
endurecido
entre las personas
cuando la invitan
al borde de la pileta
Fría y desnuda
poco a poco
una certeza demencial
atraviesa
el recuerdo de
su hogar caído
en desgracia
nadie
sujeta
clavarse ahora en superficie
Frío nos queda
aunque nademos a favor de la corriente
los manotazos hacia atrás
devolviéndole al tiempo
vida
2. Aguas vivas son
Hay que buscar, ir
por el océano
cortado en pedacitos
piscinas
donde por fin algo se estanca
Casi ahogados
con lo turbio
las palabras
rezuman locura pero alivia
su pretensión de acumulamiento
los ojos por debajo
líquidos
rosados
la boca pica
quizá una inspiración
profunda
3. Los nadadores
Los nadadores gritan para adentro
como escuerzos
de los fondos
que limpian unos sirvientes
con sonrisa fija
traen
pelotas de tenis y los tragos
Deberían pegarle un cachetazo
devuelvan el aire
que se tragaron
O pongan un medidor
en cada rostro
de la misma manera se pagan
los servicios
a la madre naturaleza. Entendamos,
no es igual un campito
o un barrio privado
ni la pileta pública
ni todo río
para el derroche
Los sumergidos respiran cuando pueden
Nadar necesita de tiempo libre
que no te importe cuánto se desperdicia
Catalina Baccardo