
Tres poemas de Francisco Catalano
Francisco Catalano nació en Venezuela (Caracas), es poeta y licenciado en las carreras de Comunicación Social y en Letras. Sus versos llevan la irreverente sonoridad de las tierras que son bañadas por el sol. Fue discípulo y amigo del poeta venezolano Armando Rojas Guardia y, en algún punto, sus afilados versos son una suerte de constantes homenajes a la figura del escritor, recientemente desaparecido.
Catalano es uno de esos artistas que es intervenido por la poesía. Ella lo manda. Es un poeta performático hasta cuando se sube a la hoja en blanco para escribirla. Es una bocanada de versos que desconoce de la literatura políticamente correcta y que -indefectiblemente- explotan en la cara del lector/espectador.
Él juega -sin miedos- con las letras persiguiendo imágenes y sonidos. Es por sobre todas las cosas, un volcán activo dispuesto a hacer arder a todo aquello que se cruce a su paso.
Posee una propuesta de recital poético multimedia llamada REVITAL. Productor del proyecto audiovisual de poesía Página=Pantalla..
Bibliografía de Catalano
Hasta el momento el autor cosechó tres publicaciones: “Libro l” (2010); “Libro 2” (2016); “Libro 3” (2017). En breve, el autor está a punto pude publicar «Cantocuarto libro 4», por medio de la editorial chilena LP5. En 2016 y con su tercera producción obtuvo, en Venezuela, el XXI Premio de Poesía Fernando Paz Castillo.
Acá les compartimos tres poemas del libro I de Catalano y una reciente presentación.
Aparece
como sudor del pavimento
el humo emanando de los cuerpos:
–el universo me hace gestos
bañados de un sol incandescente y meridiano–
el vapor colma los espacios olvidados
y los espacios de la muerte
mientras el día y la noche
pasan como dos rápidos titanes
corriendo en círculos ciclónicos
que cubren hasta el inconsciente de los árboles
y toda la mística que los circunda
hasta el final
donde ya todo es precipicio
donde las cataratas de la pérdida roban todo
del dominio maternal del universo procreante
y de pronto
esa blanca calma estática
la calle enmudeciendo tras mi espalda
la armonía absoluta de la luz
y todos sus nuevos
círculos cromáticos
el flujo de la naturaleza total
bombeando materia
arrojando viscosidad caliente
por las arterias del planeta
que desembocan en el hombre
hasta por fin darle vuelta y convertirlo
en una perpetua y larga línea
que traspase los registros de la muerte.
Francisco Catalano
(Poema I)

Voy a lamer
las paredes más sucias de la calle
voy a acostarme desnudo
sobre el asfalto y bajo el sol
voy a pararme en algún puente
y a levantar mis manos hacia el cielo
rezaré sobre el rayado en las esquinas
voy a decirle cosas al planeta
directamente en el oído
