
Conocé el texto que ayudó a Nelson Mandela a soportar los 27 años que sufrió de cautiverio
Dicen que la poesía es capaz de transformar al hombre y a sus circunstancias. Esto sólo parece una sentencia de manual escolar pero, cuando comenzamos a ver casos concretos, logramos entender la magnitud de este género revolucionario y trascendental.
El líder pacifista sudafricano, Nelson Mandela (1918-2013) –uno de los íconos de la lucha de los derechos humanos- o los escritores y militantes uruguayos Eleuterio Fernández Huidorbo «El Nato» y Mauricio Rosencof, encontraron en las letras parte de las fuerzas para soportar sus extensas detenciones.
Invictus, Mandela y Henley
Según cuentan los que lo conocieron, en los momentos más duros de su extenso cautiverio en prisión (que duró más de 27 años, 18 de ellos los pasó en la penitenciaría de Robben Island) Mandela, el recluso Nº46.664, recitaba -casi a modo de mantra- el poema «Invictus». El texto de William Ernest Henley (1849-1903) le ofrecía parte de las respuestas que calmaban sus más dolorosas preguntas.

El origen del poema también alberga un fuerte sufrimiento y la necesidad de encontrar fuerzas para superarlo. Su autor, Henley, cosechó ese poema tras sufrir varios tormentos. El poema fue escrito después de que le cortaran la pierna a su autor tras sufrir tuberculosis de niño. Henley logró transformar el dolor en una obra superadora.
A Henley le habían amputado una pierna, y con ella el futuro -tal cual lo había imaginado-. A Mandela le robaron 27 años y le cortaron de cuajo su libertad. «Invictus» se convirtió en un motor de vida para varios: Henley, Mandela y miles de personas.
En alguna ocasión, Mandela dijo que para él la cárcel fue una oportunidad para repensarse, para recrearse. En ese lapso, más de un cuarto de su vida, tuvo tiempo de leer y meditar.
La celda es el lugar idóneo para conocerte a ti mismo. Me dio la oportunidad de meditar y evolucionar espiritualmente. Yo era un joven agresivo y arrogante. Mis 27 años de cárcel me hicieron comprender lo importante que es la tolerancia. Que no hay tiempo para la amargura, sino para la acción
Nelson Mandela. Fragmentos de una carta que le envió a su mujer, Wnnie Mandela, desde la presión de Kroonstad.
Mientras estuvo en la cárcel, Mandela estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho.

INVICTUS
Fuera de la noche que me cubre,
negra como el abismo de polo a polo,
agradezco a cualquier dios que pudiera existir
por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
ni me he gemido ni he gritado.
bajo los golpes del azar
mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
es inminente el Horror de la sombra,
y sin embargo la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley
(Gloucester,Inglaterra: 1849-1903)
Este texto fue escrito en 1875 y fue publicado por primera vez seis años más tarde en el “Libro de Poemas”, de William Ernest Henley.

Así el mundo y los mandatarios vivieron la partida de Mandela
Aquí compartimos un video de cómo vio la cadena de noticias Univisión el momento de la partida del gran Nelson Mandela.