
«Instantes a contraluz», el regreso de Amanda Reverón
Tras algún tiempo de llamarse a silencio, la poeta y gestora cultural Amanda Reverón volvió a grabar en papel a algunos de sus poemas. La reciente producción, que lleva el título de «Instantes a contraluz – Poesía reúnida-«, que llega de la mano de la editorial norteamericana «Dos islas» y lleva el sello y la mirada editora de Odalys Interian. El arte de la portada de Jorge Boullosa (Venezuela), el prólogo de Leandro Murciego (Argentina), las palabras de contratapa de José Hugo Fernández y la fotografía de la autora de Isolina Quiróz Bello. El trabajo, que llegó para marcar el regreso de la autora venezolana, es definido por la propia escritora como: «Este libro es un gesto de apoyo y de amor de mucha gente muy querida por mí. Sin ellos este libro no hubiese podido ver la luz».
La cita de Amanda no hace más que pintar de cuerpo entero toda su concepción artística/literaria. Ella no entiende a las obras como fruto de un esfuerzo individual, sino como una colaboración colectiva en la que todes son parte vital. Así, ella lleva adelante sus trabajos tanto en el campo físico como virtual (estoy hablando de su blog: «La Casa que Soy», un espacio primo hermano de PAMA -Poesía A Mano Alzada-).
Para el escritor José Hugo Fernández, «Amanda Reverón es una poeta del paisaje interior. Aun cuando describe aquello que le circunda, lo hace desde las entrañables honduras. Debe ser por esos que sus versos son como mimos tenues frente a los ojos…»
Para presentar esta nueva creación de Reverón compartiremos aquí el prólogo, a modo de visión del nuevo libro y algunos poemas de la autora que forman parte de la obra.

Amanda Reverón es una poeta que disfruta de jugar con las imágenes y construye universos tan ricos como variados. Universos donde “hay árboles que no concilian el sueño / y se quedan durante horas sobre el vértice / quietos entre los ojos de un pájaro”.
Ella es, por sobre todas las cosas, una artista del asombro que en su caminar poético es capaz de oír como “el tiempo sigue trinando poesía” o de reparar en “el callado gesto de un caracol”. Es una escritora que crea texturas de luces y sombras que se convierten en versos livianos que parecen fluir entre los textos, más allá de la profundidad que acarrean. Versos que, en ocasiones, se convierten en un “Pregón de paisajes intactos / y sombras en cautiverio”o que tallan “su soledad al vaivén de las olas”. Es hacedora del verso que “embiste y rasga la humanidad”, que se mece en el viento y que encuentra su destino en nosotros, los lectores.
“Poesía reunida” es un libro que viene a romper el silencio largo de una autora que debió aprender a convivir con la poesía, en la tinta y no en el papel. El nuevo trabajo de Reverón cuenta con más de medio centenar de poemas, un compendio de cuatro de sus trabajos (tres de los cuales son inéditos). Estos textos, que son tan íntimos como filosóficos, por momentos parecen convertirse en poéticos óleos multicolores que intentan plasmar oníricos paisajes que lo dejan al lector y a ella, misma, “al filo del abismo” o “en el vientre del bosque”.
Una propuesta que estremece y que se presenta como “el resabio de la noche” que enarbola “… al viento/la orfandad/de tristes caracolas”. En medio de esta cadencia poética, Reverón le da lugar al amor, al desamor, a la aventura que le propone la escritura y más. Mucho más. En este libro la autora no teme a las preguntas ni a las expresiones que la muestran vulnerable. Sabe, y lo deja claro, que la poesía no trae respuestas, sino que -al igual que la filosofía- plantea cuestionamientos, interrogantes, dudas, curiosidades e interpelaciones.
Este trabajo de Reverón también tiene letras cautivas, que nacieron del encierro y guardan dolencias pandémicas. La autora deja claro -poéticamente- estas marcas:
“El viento / aún reposa en los sepulcros / donde una letanía vaga sigilosa / entre los difuntos, / con un silbido ronco sin dolientes. / No me es ajena esta ciudad / de callejones mustios / y pájaros enjaulados”.Esta obra encuentra en la brevedad poética de sus versos una multiplicidad de sentidos que permiten varias lecturas. Allí los lectores podremos hacer uso de la osadía para adueñarnos de la poética de esta entrañable autora venezolana.
Leandro Murciego
(Prólogo del libro)

Aquí compartimos siete poemas del nuevo libro de Amanda Reverón y los invitamos a dejarse abarcar por su intimidad poética.
Hay sombras desnudas y profusas.
Mareas con monólogo de ninfas
y paso lento.
Hay árboles que no concilian el sueño
y se quedan durante horas sobre el vértice;
quietos entre los ojos de un pájaro
que cruza voraz la infinita oscuridad.
* * *
Algo más simple.
Diáfano / sin conjeturas.
Una textura
de luces y sombras,
que no cansen / que fluyan.
Algo así,
como
el callado gesto de un caracol
o
un árbol,
desvistiendo sus ramas.
Un paraje sin insomnio
que me orille
que me lleve hasta la mar.
* * *
Más acá
arropa la soledad del agua.
Va en procesión
destejiendo
sus orillas.
En el malecón
mis pies
coinciden con tu sombra.
Trémula
aguardo
la noche más oscura
(entre tus ojos).
* * *
Se mece el viento
-busca su destino-
Y, el ojo de Dios
es un molino,
donde se arquea el aire.
Se mueven
aliento
y vértigo
bajo la bisagra de luz.
A un costado
se desteje
el inclinado reino de los pájaros.
* * *
A merced de la neblina
espera un puerto
solo
sereno.
Rumiando para sí el resabio de la noche.
Hurgando viejas promesas
entre las brumas.
Enarbolando al viento
la orfandad
de tristes caracolas.
* * *
Aquí se crispa la piel.
Aquí los dedos no tocan.
Se contempla lo sublime
y el temblor de un pétalo
es una fiesta
donde se cuela un limpio silencio
lleno de metáforas.
* * *
Qué hacer con la dilatada fisionomía que se aleja
hecho humo
y
se empeña en un silencio fúnebre
– y mi alma en pena-
contempla la infinitud de la luna.
Si querés conocer más de Amanda Reverón podés ingresar a su blog: (hacé clic en el nombre del sitio). Y si te interesa comprar su libro podés hacer ingresar a Amazon desde aquí
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