
Carlos Salinas y su declaración testimonial de amor
El amor se puede hacer o deshacer, aclarar, oscurecer o declarar en la cama, en la mesa, en un sofá, de noche, de día y en una confitería, ante la mirada de todes. Así es esta declaración de amor poético que hizo públicamente nuestro querido Carlos Salinas, en su Córdona natal. Su forma de decir y sentir las letras, sin dudas, acorta todas las distancias. Y así, podemos sentir este hermoso texto tan suyo como nuestro.
Aquí Salinas hace -de algún modo- su declaración testimonial, un medio de prueba que se privilegia frente a delitos que se cometen al amparo de la privacidad…
Eso de andar turuleco,
nunca con los patitos en fila.
De ser patio con bombitas ausentes
y no presumir todas las luces
en las convenciones
de seres de luz.
Eso de andar con el apero ladeaú
y no llegar nunca
a los cinco pal peso.
De aspirar a ser Miguelito
y joderla siempre con nuestro Manolito a mano.
Eso de andar estrellado,
de no conocer la pasta de campeón,
de ser siempre el séptimo hijo,
de vivir loco a las cachetadas,
de estar piantaú piantaú
Algo debe haber ahí.
Dejo abierta la ventana
De todas mis corazonadas
A las tuyas.
Entrá cuando quieras.
Carlos Salinas
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