El objetivo de PAMA (Poesía A Mano Alzada) con este especial, que lo estamos construyendo hace años, es «hacer memoria», porque entendemos que se trata de un ejercicio colectivo. La memoria es una suerte de tejido que, punto tras punto, va dando forma a un concepto colectivo e imprescindible para ser quiénes somos.
Este especial de Memoria, verdad y justicia -sobre el Golpe de Estado, la última dictadura militar, los desaparecidos, los hijos recuperados (los que aún faltan por recuperar), las madres y abuelas de Plaza de Mayo y sobre nosotros- busca, además, dejar un registro literario del sentir de un sector de la sociedad.
Estamos convencidos de que el pensamiento reflexivo y la memoria activa de los protagonistas –escritores y lectores– sobre esta problemática de nuestra historia nacional colabora de manera particular en la tarea de resituar una identidad, la cual intentó ser negada y postergada por el terrorismo de Estado en la Argentina.
Para ello en esta oportunidad compartimos tres cuentos breves en la voz de tres mujeres: Ana Lacunza, Silvina Cángaro, Carolina Bregy.

6 de julio de 1977. Noche. Dormíamos juntos. De pronto, una bruma inmensa nos tapó. Nunca más supe de ella. Desde ese día, del colchón, la sangre emana a borbotones.
Carolina Bregy*
- Bregy es docente de lengua y literatura. Nació en Rafaela, tiene 50 años y se desempeña como vicedirectora en una escuela media. Coordinó diversos ciclos literarios (Voces del más acá, Poesía en el Cusca y Resistiendo con Poesía I y II), además integró parte del equipo de La Noche de la Poesía de Buenos Aires.

La voy a hacer mierda, qué se cree. O porque es linda piensa que es buena… las lindas nunca son buenas. A mí el diablo no me engaña, yo soy más bicho que él. Mirá como corcovea la potrillita. ¿Qué pasa? ¿te quema? Pero mirá que habías sido flojita. No pasa nada, vos vas a aguantar, o no decías que te la bancabas? Puto, me dijiste. Negro puto. Este negro puto te va a cerrar el hociquito tan hablador a pijazos y máquina a ver si te dan ganas de putearme. Mirá que habías sido maleducada che, tan rubia, tan linda y tan sucia. Yo soy limpio, soy el bien, soy dios, turra. Negro puto a mí, justo. Negro, decirme negro. El mundo es mío, yo lo manejo a pura máquina. A mí me la vas a contar. A mí. Corcoveá, nomás. Lagrimitas, ay! Lagrimitas. Puta, mariconearme a mí. Si nos hubiéramos cruzado en otra parte, si vos hubieras sido buena, ¿eh? Capaz, turrita, capaz.
Silvina (Ivy) Cángaro *
(El limpio)
- Cángaro es tandilense. Trabaja como periodista gráfica desde 1985, cuando inició su labor en el diario La Capital de Mar del Plata. Desde entonces publica y colabora para medios locales, nacionales y esporádicamente, internacionales. En los últimos años también incursionó en la radio. Como escritora y guionista, obtuvo algunos premios locales, nacionales, y de certámenes de Chile, España y Cuba. Publicó en Argentina, Italia e Inglaterra.

El 24 de marzo de 1976 anocheció en La Plata, y amaneció el miedo, la luna cruzó la calle 1 y se posó cautelosa en la calle 47, los zaguanes se estremecieron. Un estallido incendió el cielo insinuando siluetas; los vidrios de la ventana vibraron y luego la oscuridad. Las dos hermanas salimos de la cama, cuatro años una y cinco la otra, nos escondimos debajo de la mesa y nos tomamos de las manos, y jugamos a las bombas, la que cuenta más, gana.
Ana Lacunza *
(Las hermanas)
- Lacunza nació en 1970 en La Plata, una ciudad fuertemente golpeada por el plan sistemático de represión ilegal de la última dictadura cívico militar. Actualmente es secretaria de gestión de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata. Ha colaborado, como columnista en temas de género y derechos humanos, en Radio Provincia y en las revistas digitales El Tranvía y Socompa, periodismo de frontera.
Excelentes y escalofriantes!
Gracias querida Belkys. Entre todos hacemos la memoria.