
Nicolás Vilchez, un poeta atravesado por lo social
Nicolás Vilchez, Nico para los amigos, es uno de los responsables de ponerle ritmo a las noches literarias esté donde esté. Es de esos personajes que siempre sabe como alegrar los encuentros. Se lo ve -casi siempre- relajado y alegre, dispuesto a regalar un mimo o un abrazo, pero su poesía lo muestra como un artista comprometido que no le quita ni el cuerpo ni las letras a aquello que lo atraviesa.
Los temas sociales, la pobreza, el derecho a la educación, las violaciones a los derechos humanos, el hambre, la violencia de género y las injusticias, en todas sus aristas, están presentes en sus trabajos. Aquí este inquieto poeta y gestor cultural (miembro estable del ciclo literario Materia Oscura) nos comparte dos poemas que lo definen de cuerpo entero.

Es lo que hay en la mesa:
Algo de pan, manteca y picadillo.
A veces, nada.
Otras, una tostada y una taza con mate cocido.
En algunas ocasiones sólo son mis manos
como implorándole a algún dios.
Es lo que hay en la mesa de habitación de hotel.
Es lo que hay en la mesa de pensión.
Es lo que hay en la mesa de otro: justamente lo que no hay en mi mesa.
Es lo que hay en la mesa de bar: (Un café en pocillo).
Porque es lo que se pudo pagar.
A veces en la mesa quedan marcas del plato lleno
del vaso a punto de derramar.
ES lo que hay en la mesa:
migas de lo que fue una gran bacanal,
arqueología que alguna vez se comió bien.
Es lo que hay en la mesa:
Un clasificado que renueva la esperanza
de trabajo por la mañana.
Cada tarde los puños con rabias impactan
sobre el cuadrado de madera de cuatro patas.
Es lo que hay en la mesa:
Una carta sin terminar,
una botella de alcohol fino vacía,
un cuerpo moribundo
y ahora un cuarto libre para alquilar.
Niko Vilchez
(Es lo hay en la mesa)

Un padre camina de lado a lado Av Rivadavia
como furioso cazador que persigue a su presa
en busca de una obra en construcción:
Donde poder vender sus brazos.
Aún oigo como su compañera al verlo regresar abatido le decía:
MAÑANA VIEJO,
MAÑANA VIEJO.
Una Abuela Pensionada con lo que puede
compra harina para cenar tortas fritas con sus nietos
y que puedan tener la panza llena al soñar.
Un grupo de vecinos en Virreyes
Matan a Mazazos a una vaca escapada del frigorífico Cocarsa
la destripan para tener algo en las tripas.
Unos pibes del Conurbano después de haber dormido
en una plaza con cartones como cama
buscan trabajo de basureros.
Una madre termina de freír rosquitas
para llevar a la feria del Trueque
donde se juega al arte del intercambio de cada necesidad.
20 años fuimos parte de los engranajes/
de esta fábrica.
Ahora nos encontramos:
en la cadena de la desocupación.
Tengo 45 años y dicen
que estoy viejo para algunos trabajos,
tengo 27 años y dicen
que estoy sobre calificado para este trabajo,
tengo 18 años y NO tengo trabajo
porque NO tengo experiencia,
pero no tengo experiencia porque NO tengo trabajo.
Alguien con más suerte
abre el cajón y mira con
profunda tristeza su doble nacionalidad:
como única salida-Ezeiza.
Alguien con menos suerte
sonríe lokamente antes:
del puente saltar.
Niko Vilchez
(Memorias de lxs olvidadxs)
Descubrí qué son y para qué sirven.
