
Yo te avisé (Martín Gordillo)
Acá, un nuevo texto de Martín Gordillo, autor del libro «El jardín de los amores imposibles» de la editorial Peces de Ciudad. Gordillo es uno de los participantes del encuentro literario «Apalabrarte 2018» (hacé clic aquí)
desde el suelo te miro
y vos de espaldas
callo al dolor de un grito
cuando estás cerca
enciendo un cigarro
(yo que no fumo cigarros)
corro a contramano
con semáforos en verde
deteniendo el tránsito
te preparo la sopa más rica este verano
pongo TN y me hago el que les creo
escucho un disco de reggaeton al palo
de esos que tienen
una mujer desnuda en la portada
mientras hago zapping
con la tv en silencio
buscando a la señora
de los almuerzos
como en uno de esos días
en los que uno se levanta
con ganas de arruinarse un poco
mujer
tan solo buscaba
llamarte la atención
y fracasé
otra vez
tengo cayos en los dedos
de acariciar soledades
y ni siquiera sé llorar
hasta mis momentos tristes
no valen la pena
tengo también un papel con tu teléfono
en un bolso que me robaron
y los besos que inventé para vos
en un sueño que guardé en el mismo bolso
revuelvo el barro de lo llovido
entre botellas vacías y melancolías secas
encuentro el coraje
y lo lavo
para mirarte
y vos
seguís ahí
de espaldas
egoísta
del brillo
del mundo
con alas quebradas
para alejarte solo lo necesario
y que todo parezca posible
me acerco
con mis ansias y mis cayos
mi corazón
y mis sueños meados
te toco el hombro
te das vuelta
y todo tiene sentido
los borrachos tienen razón
los linyeras elegancia
las moscas pequeñas del baño
se vuelven ágiles y rápidas
y por Florida
se puede caminar
en paz
y sin corbata
entonces
me mirás fijo
sonreís
y me decís que no
que no puede ser tan fácil ser feliz
que todavía
sabrás hacer llorar
a muchos hombres más
y otra vez
todo se vuelve absurdo
no hay fútbol los domingos
y todos los feriados sin vos
no tienen ningún sentido
y yo
giraré sobre nuestra cama vacía
en contra de las agujas del reloj
como una estrategia estúpida
para retroceder el tiempo
y entenderé
por qué insistías
en cambiar el colchón,
aunque ahora
el incómodo y hundido
soy yo
sin querer
me quedo dormido
y enredado en el delirio
escucho a la música, la soledad y el vino
cantándome al oído
una canción de los Fabulosos Cadillacs
creo que se llamaba
yo te avisé.
(Yo te avisé)
Martín Gordillo