La cuarentena, a muchos, nos hizo dormir a contrahora, comer para llenar las faltas y hasta bailar a destiempo y fuera de compás. Nos enfrentó a nuestros desequilibrios. Nos confrontó con nuestros propios fantasmas. Y allí, como niños que aún somos, nos encontramos sentados a la espera de la luz que ilumine tanta oscuridad. De esto y de otras cosas, más habla este poema titulado «Espera» que lleva el sello de Alejandro Mayoral, un poeta de palabras simples y de versos tan directos como lacerantes.

Como vivir en un destiempo,
a deshoras de la noche y el día,
como reviviendo el tiempo muerto,
como a la espera de algo que rompa equilibrios,
destrabe la rueda,
incline la cancha,
encienda motores.
Un ventarrón que despeine y sacuda,
un latido fuerte,
un huracán que se lleve todo puesto .
Como si antes nunca nada,
como si hubiera un espasmo, un calambre,
y después un disparo al espacio,
una luz que atraviese los cuerpos,
una puñalada que mate a la muerte.
Alejandro Mayoral
(Espera)