
Cuáles eran las tres cosas que le salían bien a Julio Cortázar
Según el poeta y docente argentino Saúl Yurkievich, Julio Cortázar se jactaba de pocas cosas, entre las que se encontraban estas: «Tres cosas me salen bien. Hago paquetes perfectos, corto con guadaña al ras el pasto (…) de mi casa provenzal y compongo sonetos retóricamente perfectos«.
Yurkiévich, que fue profesor en mérito de la Universidad de París, y está considerado como el más prestigioso especialista de la obra de Julio Cortázar, publicó en 2004 el libro: «Julio Cortázar: mundos y modos», donde analiza en este libro las distintas facetas del autor. Para muchos críticos el libro de Yurkievich es el uno de los mejores publicados hasta el momento sobre la obra de Julio Cortázar.
Acá te compartimos uno de sus primeros sonetos que escribió bajo el seudónimo Julio Denis.

Doblan ritos nocturnos, a la espera
de la espada naranja -derramada
sin fin, adelfa sobre carne alada-
y juegan lirios a la primavera.
Niegan -niégate tú- cisnes de cera
la caricia rendida por la espada;
ellos van -vete tú- norte a la nada
nadando espuma hasta que el sol se muera.
Muro de planos únicos se crea.
¡El disco, el disco! ¡Míralo, Jacinto,
piensa cómo por ti abatió su altura!
Música de las nubes, melopea
puesta a formar para su vuelo el plinto
que ha de ser vespertina sepultura.
Julio Cortázar
(Amanecer)
Este texto pertenece a su libro Presencia de 1938, publicado bajo el seudónimo Julio Denis
