Bailar con Cortázar

Se dice que a Julio Cortázar le gustaba comer bien, disfrutar de una buena pelea de box, juntarse con amigos, degustar el tabaco, oír tango y sacar a bailar a sus lectores.

También se afirma que el bolero es una novela ya que, a pesar de su corta extensión y estar escrito en verso, cuenta una historia de seducción y de deseo, de cercanías y ausencias, de amor y desamor. El primer bolero de la historia se titula «Tristezas» y fue escrito por José «Pepe» Sánchez, en Santiago de Cuba por el año 1883. En él aparece un juego entre el amor y el dolor por aquél que ya no está. En el poema «Bolero» de Julio Cortázar, publicado en «Salvo el crepúsculo» 101 años después de aquel primer bolero, nos invita a bailar con un otro que pareciera una imagen en el espejo. Un otro que lo es todo y que es nada al mismo tiempo. Un amor que se termina, que no es perfecto, que se refleja en lo traslúcido, que se traduce finalmente en desamor. Y que, por la forma en la que aparece escrito, hasta semeja un reflejo en el propio espejo.

En este texto, el poeta no solo baila sino que también juega a las «cajas chinas» (recurso propio del texto narrativo), insertando un poema dentro del poema cuando nos comparte lo que dicen un papelito y un fragmento. Pareciera que lo que más duele decir se traduce en otros discursos, pero siempre dentro del mismo poema.

Pintura de Remedios Varo, artista española surrealista.

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito que
solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:

La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.

Julio Cortázar

(Bolero)

Acerca de Leandro Murciego

Soy Leandro Murciego, periodista el diario La Nación en Argentina hace más de 25 años, poeta y autor del libro "Identidad", gestor cultural y creador del blog PAMA (Poesía a Mano alzada) que nuclea y cura trabajos de poetas hispanoamericanos. Creador y conductor de los ciclos radiales "Noche de Letras 2.0" y "NDL Casual". Además, soy coach ontológico y trabajo profesionalmente como coach y mentor de artistas, mi trabajo es ayudar -en especial- a escritores, cantautores y a personas interesadas, a refinar y enriquecer su estilo literario.
Marcar como favorito enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *