
Cuando parta – Adela Ilarregui
Hace unos días publiqué algo sobre la lluvia y disparó una serie de mails de otros escritores que compartieron materiales suyos inspirados en el mismo disparador. Aquí comparto uno, el primero de ellos, concebido por Adela Ilarregui, una artista integral (poeta y artista plástica).
Al igual que el escritor cubano José Kózer, la poesía de Adela Ilarregui crece verso a verso en forma caótica e iluminada dando forma a nuevos universos, o mejor dicho destapando universos para muchos imposibles de ver. La poesía de Adela, al igual que la de Kózer, va abriendo puertas, una tras otra, que en lugar de cerrar el poema lo van regestando permanentemente hacia nuevos lugares. Esa riqueza de imágenes y esa multiplicidad de sentidos hace a la poética de Adela digna de ser leída una y otra vez…
Cuando parta, llevaré vivencias como preciosos tesoros en mi alma.
Los ojos y las pieles amadas… de cada un@, todos los detalles.
El humor, la chispa y las risas.
La calidez de las pieles, y el perfume exquisito de cada individualidad que he amado.
El aroma de los tilos después de la lluvia, que me transporta a lugares e historias que superan lo soñado.
Los pétalos blancos, sagrados, de magnolias bebiendo la lluvia en noviembre, apenas estrenados.
La sutil alfombra emanada en la brisa, de los jacarandaes.
Cada danza con su propia magia, con cada compañer@ me he vertido entera.
Polleras y pañuelos que lanzan al aire mi alma en vuelo.
Y los tacos, y los brillos…y tus manos que me toman en un aquí-ahora que eterniza el tango.
Late mi sangre el rojo florecido de los ceibos.
El mar infinito en mis ojos, en mis pies, en mi cuerpo y en mis sueños.
He hermanado mi alma a muchos seres y paisajes.
Mis manos que trabajan y descansan; que acarician sin cansancio… guardan preciosa memoria de cada instante.
Mis ojos han recorrido día por día todos los detalles, y mi alma los guarda como amoroso encaje.
Pensar… hacer… sentir… ver… oir… oler… …la excelencia de las palabras justas y del justo silencio.
Todo he experimentado, y la belleza en todas sus formas alimentó mi alma.
Colmada, podría decir, me dejaré ir, como quien suelta al aire, pétalos perfumados en la tarde.
Adela E. Ilarregui
(Cuando parta)