
Poemas y fotos para Chile III
Una de las preocupaciones de PAMA (Poesía a Mano Alzada) fue dejar registros artísticos de diferentes causas sociales. Fue así que no sólo dijimos «Presente» en sucesos como la masacre de Ayotzinapa (México), los actos de violencia de género, el apoyo al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Argentina, los temas vinculados con el terrorismo de Estado en América del Sur; sino que, además, en todos los casos buscamos generar respuestas por parte de la comunidad artística a estas situaciones. La coyuntura de Chile en 2019 no fue la excepción. Desde su manifestación hasta hace pocos meses, decidimos trabajar el tema desde la presencialidad, pero la pandemia impidió esta metodología.
Sin dudas, un punto de inflexión en este histórico proceso de reclamo -llevado adelante por gran parte del pueblo chileno- redundó en la celebración del plebiscito nacional Chile 2020, el cual estaba previsto para el 26 de abril, pero que, por cuestiones vinculadas con la pandemia de Covid-19, debió reprogramarse para el 25 de octubre 2020. El referéndum tenía como objetivo determinar si los chilenos iniciarían un proceso constituyente con la finalidad de redactar una nueva constitución nacional que diese por tierra con la norma actual, pensada e impuesta durante la dictadura del General Augusto Pinochet. El resultado, que reflejó el interés del 51% del electorado chileno (7.527.996 personas votaron), fue contundente. La aprobación de la reforma constitucional triunfó con un 78,28%. Tan sólo el 21,72% se opuso a la medida. La compulsa también sirvió para determinar que la Convención constitucional (el órgano constituyente de la República de Chile) sería el organismo responsable para la redacción de la nueva norma.
Indudablemente, esto no será la solución a todos los problemas de desigualdad que vive el pueblo chileno, pero es un muy buen primer paso que permite soñar con un cambio y que reafirma la importancia de las manifestaciones populares, entre las que -sin temor a equivocarnos- se encuentran las de los artistas.
Este tercer posteo cuenta con la participación de la poeta chilena María José Rivera Oyarce. Ella fue una de las grandes colaboradoras, que desde el otro lado de la Cordillera, colaboró de manera activa con la construcción de esta red artística/poética/fotográfica. Esta publicación se completa con textos de los chilenos Germán Caces Torres y Mariano «Nano» Acuña y del argentino Leandro Murciego. Además, cuenta con las imágenes de Danko Mursell, uno de los ojos fotográficos de la primera línea que dejó plasmado el reclamo pacífico de miles de familias y ciudadanos chilenos a lo largo de este proceso.

El peso de la noche
no son 30 pesos del metro,
es mirar el reloj apuntado como metralla el toque de queda.
Los minutos son descuentos
que como balas van marcando a fuego
este pasado y presente que se confunden 1973 -2019.
La primavera feroz manchada de sangre.
El peso de la noche,
no solo duele en la espalda
En la inclinada cérvix
bajo el yugo de la moneda.
Duele en el despertar
con el puño y la mirada en alto
aunque la contracción rompa el hueso.
El peso de la noche duele
en la fractura vertebral de este Chile herido,
en los hermanos caídos
en gesto inocente de gritar igualdad
Pesa la noche y sus incendios
pero no el de la barricada justa
con los ojos llameantes de sueños,
contra el avaro y la injusticia social.
Lo que pesa de esta noche
es el humo pestilente de los supermercados,
cuando el soldado defiende al empresariado
disparando contra su pueblo
Pesa el odio inducido
del que se cree favorecido
por un mendrugo de pan
lamiendo botas del asesino
que se encumbra allá en la moneda
Mientras la tierra se abre en semillas
en cientos de ojos mutilados
pesa la noche y sus infiernos
cuando en el cuartel del policía
se viola a una mujer o una niña
a manera de escarmiento,
porque se han atrevido a luchar
Pesa el perdigón incrustado
en los cuerpos de los niños,
que este Estado a jurado resguardar,
y ahora quiltros heridos llenan las calles Chile
recuperando dignidad.
Pesa esta noche, es cierto pesa,
pero ya no volverá a pesar
porque Chile despertó
y somos cientos, somos miles.
Y no nos volveremos a callar.
María José Rivera Oyarce – Chile
(El peso de la noche)

Se rompe el silencio.
La mano se levanta,
se hace faro.
Arde Chile.
Tus ciudades son fogatas
que iluminan la cordillera y más allá.
Mariposas de fuego
que buscan el cielo
a vuelo de hoja.
Crepitan.
Trepan bien alto
hasta devenir en llamada,
en grito, en chispas de dignidad,
capaces de encender el cielo
y de hacer de esta noche cerrada
una clara madrugada.
Leandro Murciego
(Disipando nubes)

Muchas veces veo rezar
a quien propaga mentiras
de aquel que sembró las iras
y le construyeron altar,
de ese que ora para engañar
con falsos ofrecimientos,
creciendo padecimientos
en la población sufriente,
que despertó de repente
con ojos en nuevos vientos.
Juventudes prenden velas
con desorbitada sazón
han puesto alma y corazón
para matar sanguijuelas,
y enterrar viejas escuelas
donde riqueza es cizaña,
convertida en vil maraña
por políticos de turno
que gozando taciturno
a su propia sangre engaña.
Parlamento es imputable
y el político que encubre
en su tiempo no descubre
la diferencia culpable,
que se hizo inaguantable
y explosiona en primavera,
nunca dictaron en su era
leyes que den solución
a esas viejas aspiraciones
que el pueblo lleva en cartera.
Germán Caces Torres – Chile
(La diferencia, la culpable)

Cosas que suceden
cosas que dan
vuelta en mi cabeza
la almohada no me
dice nada
se ha dormido
primero que yo.
Por la ventana
entran murmullos
de una Patria que
arde y duele
noticias y mensajes
dibujos abstractos
y rumores.
Mi almohada duerme
y ronca
me desvelo
tengo miedo de
dormir
y despertar sin que
haya solución
Quizás ahora que llueve
¿te apiades de mí?
Tengo miedo
mucho miedo.
Almohada
despiértame
te ruego
cuando amaine el temporal.
!Almohada ten piedad de mí!
Mariano Nano Acuña
(Almohada ten piedad de mí)
Entrá acá en los siguientes posteos:
Poemas y fotos para Chile I
Poemas y fotos para Chile II
