Laura Mabel Valente tiene una mirada poética bella. Una forma de decir y de hablar de estos tiempos de Coronavirus Covid19 y de cuarentena que conmueven. Es fácil hablar del ahogo, el hastío que producen las cuatro paredes en cualquiera de nosotros. Lo bello y lo difícil es ver la cuarentena más allá de esas cuatro paredes y de nosotros mismos.
Este poema, que desde ahora integra el Especial de Cuarentena poética, es una joyita que nos permite ver cómo la misma historia tiene infinitas formas de ser contada. Gracias por darnos este texto, Laura.
Hasta las plantas de la casa
se agotaron en su encierro
y echaron piernas,
ahí se las ve camino a la plaza,
a la parte de los juegos
donde había niños;
no me sorprende esa actitud,
no hay ser que soporte
tanto claustro.
Lo preocupante es
que algunas están entablando
correspondencia con los pájaros,
volvieron a escribir cartas
como era en un principio.
Cuando todo pase no sé
con qué argumento
las traeré a tierra,
a maceta, a balcón,
cómo haré
para que olviden sus alas.
Laura Mabel Valente