Los que peinamos canas sabemos que las pelotas de fútbol, antiguamente, eran casi un bien de lujo. Un juguete para pocos que era compartido entre muchos. En ocasiones la única salida para aquellos que se la rebuscaban con el fútbol -tratando de gambetear árboles, esquivar adoquines y baldosas levantadas o rotas- era la pelota de…
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