Hay sitios que resultan interminables, espacios que parecen “no lugares” y tiempos sin tiempo donde hibernamos más allá de la época del año en la que estemos. Este texto de Juan Manuel Fonrouge parece estar hablando de una suerte de cuarentena donde el virus más peligroso es la soledad.

En los intersticios del fuego
se esconde el enemigo
y enardece la llama
para alimentar nuestra mirada.
En la ostra del claustro
hay un pasillo
que siempre aplaza
lo que no viene.
Juan Manuel Fonrouge

Me gusta la poesia de Leandro Murciego,y me encants como comunicador.
Gracias, María Isabel. En este blog hay una suerte de cata literaria. Aquí cada autor que es publicado lleva un gran seguimiento de su trabajo. El objetivo de este espacio es ofrecer producciones valiosas para los lectores.