Tomar distancias. Taparnos la boca y la nariz. Que sólo nos queden los ojos afuera. Una invitación para volver a dejar que el alma se exprese. Consecuencias estos tiempos de pandemia y coronavirus Covid-19.
Este poema que surgió con la obligación de utilizar barbijos en la ciudad de Buenos Aires no hace más que mostrar algo que desde hace mucho se había perdido: mirar a los ojos.

Voy a poder dejar de ensayar sonrisas.
Diré lo justo y necesario,
o aún menos.
Esto de taparnos las bocas
y mantener las distancias
no está nada mal.
Tendré que volver
a abrazar con la mirada
y aprender a decir desde el silencio.
Leandro Murciego
(DesVelo)

https://www.youtube.com/watch?v=24MTsUK85Zw
Gracias Miguel por compartir esta recreación en video del texto de Alejandra Pizarnik.
Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos”.