Ocho años pasaron de la mayor inundación que sufrió la ciudad de La Plata. Según fuentes oficiales casi 100 fueron las víctimas mortales de ese desastre humano, que bien podría haberse evitado. En tanto, fuentes confiables dan cuenta que -como mínimo- ese número ascendió a 200 muertos. Algunos trabajos serios sugieren que esa cifra -aún- está lejos de la realidad y sostienen que las víctimas ascendieron a 600 víctimas.
A casi diez años del desastre aún se siguen esperando justicia y verdad en una de las causas más manoseadas de la justicia bonaerense. Desde PAMA va nuestro recuerdo.
No fue el agua lo que nos mató
fueron los ojos que no nos vieron,
los oídos que nos desoyeron
fueron los funcionarios que gota a gota,
con su indiferencia nos fueron ahogando
en el mayor de los silencios…
No fue el agua la que nos mató.
No.
Fue el vacío en el que nos fueron hundiendo
hasta dejarnos sin aire, hasta llevarnos los sueños,
hasta quitarnos una a una las palabras
hasta dejarnos solos, con el grito casi mudo
y al borde del desaliento.
No fue la lluvia la que nos mató
fue el desahucio en el que nos dejaron naufragar,
fue la sábana con la que nos quisieron tapar,
el olvido donde nos pretendieron encerrar,
el desprecio en el que nos sumieron,
la culpa que nos intentaron endilgar.
No fue el agua la que nos mató,
fue la gente que con promesas
poco a poco nos fue dejando naufragar…
Leandro Murciego
(Abandonados)