El teatro es una constante invitación a jugar. A sacar, siempre, el niño interior que todos llevamos dentro. No importa la edad que tenga el espectador. Este arte (al igual que la literatura) reclama un acuerdo entre público e intérpretes; entre director y presentes; entre dramaturgo y circunstantes. El teatro demanda un pacto, tan fuerte como necesario: cada uno de los asistentes debe desempeñar su rol para que la fórmula logre conseguir el éxito. Así, apelando a una construcción colectiva, es como el prestidigitador logra convertirse en mago y los testigos en alquimistas capaces de crear -sin más pócimas que el deseo- el marco necesario para hacer realidad cualquier historia. Pero dicho así, toda obra parecería ser capaz cumplir con su cometido. Y nada más lejano.

Para que esto suceda es preciso contar con un buen texto, con la dirección de un maestro relojero, con buenos actores, con un escenógrafo justo y exquisito, capaz de inventar un mundo con -apenas- cuatro cosas. Todo esto, y más, es lo que sucede en “Mi don imaginario“. La obra que se estrenó hace unos días en el Teatro de La Ribera (La Boca) y que estará en cartel hasta el día del Niño (21 de agosto).
Esta creación, que cuenta con la idea y dirección de Pablo Gorlero (clic acá para ver otras obras), la dramaturgia de Mariano Taccagni y la dirección musical de Carlos Gianni es un hermoso homenaje al director y dramaturgo Hugo Midón (a diez años de su muerte).
Mi don imaginario recrea el universo del autor gran Hugo proponiendo un viaje imaginario en búsqueda de la creatividad, la unión y la recuperación de la alegría. Todo esto de la mano de la Música (encarnada por Ana María Cores) y gracias al reencuentro de dos amigos -que se habían distanciado- Humi (Alejandro Vázquez) y Carlogi (Jorge Maselli).
El espectáculo, que tiene como centro las canciones más conocidas y trascendentes de Hugo Midón y Carlos Gianni, aborda temas como la la amistad, la libertad, la tolerancia, la solidaridad y la importancia de los abrazos. Para ello resulta vital el accionar colectivo de la música, el compositor, el músico y una trup de diversos payasos, en donde cada uno de los espectadores puede encontrar su propio reflejo.
La obra, coherente de principio a fin, enarbola la idea de que el trabajo actoral se encuentra en función del espectáculo y no del lucimiento personal. Así, el elenco (formado por once integrantes) logra sacar lo mejor de cada uno de ellos para dar forma a espectáculo de gran tenor artístico, donde desde el libro, pasando por la música, las actuaciones y hasta la dirección logran concebir un espectáculo entrañable, tanto para grandes como para chicos que hacen que todos nos volvamos a sentir “vivitos y coleando“.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Idea:Pablo Gorlero
Libro:Mariano Taccagni
Actúan: Fernando Avalle, Sacha Bercovich, Ana María Cores, Tatiana Luna, Jorge Maselli, Laura Montini, Flavia Pereda, Julián Pucheta, Nahuel Quimey Villareal, Belén Ucar y Alejandro Vázquez
Diseño de vestuario: Alejandra Robotti
Diseño de escenografía: Magali Acha
Música:Carlos Gianni, Hugo Midón
Letras de canciones: Carlos Gianni, Hugo Midón
Stage Manager: Sebastián Armella
Diseño De Iluminación: David Seldes
Asistencia coreográfica: Tatiana Luna
Asistencia de escenografía: Lucía Garramuño
Asistencia de dirección: Marina Svartzman
Producción ejecutiva: Ezequiel Paredes
Coreografía: Ezequiel Pecollo
Dirección musical:Carlos Gianni
Dirección:Pablo Gorlero
Duración: 80 minutos

Algo sobre Hugo Midón
Hugo Midón, nació en Valentín Alsina (Provincia de Buenos Aires) el 27 de febrero de 1944 fue actor, maestro, autor, director y compositor. Midón es uno de los referentes que revolucionó la comedia musical argentina y el teatro infantil. Sus obras teatrales se caracterizaron por su humor y crítica social. Para él los niños eran seres pensantes a los cuales no había que hablarles con eufemismos ni diminutivos. Tomaba a los chicos como seres pensantes y generaba, a su vez, un guiño cómplice a los mayores que los acompañaban. Su cosecha teatral da cuenta de unas 30 obras. La primera de ellas: “La vuelta a la manzana” se montó por primera en 1970 y estuvo casi diez años en cartel. A ella le siguieron: Pajaritos en la cabeza (1971), Juan de los caminos (1973), Sorpresas (1974), Cantando sobre la mesa (1978), El imaginario (1980), Las aventuras de Pinocho (1983), entre otras. Su última obra, que se montó en 2009, en el Teatro La Comedia, fue Playa bonita. Midón falleció en la Ciudad de Buenos Aires el 15 de marzo de 2011.
Leandro Murciego