Mi destino de perro me condena.
En cada verso me persigo la cola
y, de tanto en tanto, entierro algún poema.
Temo que la mano del amo
se quede sin letras
y yo desfallecer dócilmente de hambre
Leandro Murciego
(Poeta faldero)

Mi destino de perro me condena.
En cada verso me persigo la cola
y, de tanto en tanto, entierro algún poema.
Temo que la mano del amo
se quede sin letras
y yo desfallecer dócilmente de hambre
Leandro Murciego
(Poeta faldero)